Palabras del Profesor Julio Villegas al recibir premio de la SIP
Premio SIP Lima 2015
Saludo a las autoridades, invitados y asistentes a este Congreso
No puedo desconocer el orgullo personal que implica este Premio Interamericano de Psicología.
Mi agradecimiento a la SIP que a través de este honor, me integra un grupo selecto de colegas, que hemos logrado la mayor de las aspiraciones en la Psicología de todas Las Américas y en nuestro continente.
Mi formación es de la Universidad de Chile, institución republicana, laica, pública y estatal que está próxima a cumplir 70 años con formación en Psicología, siendo la primera en nuestro sub continente.
Nací en San Carlos una ciudad pequeña en el sur de mi país y soy parte de una familia grande y extendida, propia de una cultura agraria, campesina y amante de su terruño. Si tengo algunas virtudes, provienen de un aprendizaje social entregado por ella y sus personas sencillas y sensibles, proveedoras de una profunda sabiduría que me enorgullece y agradezco.
Ser el primer chileno que obtiene este reconocimiento, representa compartirlo con toda la Psicología de mi país y sus instituciones organizadas: Colegio Profesional, sociedades científicas y redes universitarias
Los Dres Gonzalo Salas, Roberto Polanco, Rodolfo Mardones, Alfonso Urzúa, Marcelo Urra son mis patrocinadores a quienes expreso mi infinita gratitud.
La hago extensiva a los Dres Martin Fishbein (USA), Rubén Ardila (Colombia), Ignacio Martín Baro (El Salvador) y José Miguel Salazar (Venezuela) porque junto a la SIP hicieron posible que en 1973, pudiéramos salir de Chile con mi familia y buscar otro país que nos acogiera cuando – como miles de compatriotas -, no podíamos vivir bajo una sangrienta dictadura militar.
José Miguel Salazar no sólo nos integró al Departamento de Psicología Social de la Escuela de Psicología en la Universidad Central de Venezuela. Nos abrió las puertas de su casa y de su familia. Con su esposa Helena y sus hijos, tuvimos los vínculos afectivos que habíamos perdido cuando fuimos obligados a salir de Chile.
Durante casi 10 años trabajamos también en Psicología Experimental. Son muchas las actividades que en Venezuela me llamaron a participar.
Sólo como ejemplo en 1975, publicamos el primer libro de Psicología Social en español junto a un equipo de académicos venezolanos, siendo yo el único extranjero de los autores.
Cuando finalmente fue posible retornar a nuestro país, la SIP nos honró con la Presidencia del 24° Congreso Interamericano de Psicología de Santiago de Chile en 1993 que organizamos, optimistas por el derrocamiento de la dictadura y la recuperación de la democracia.
Así llegamos al año 2000 y mi designación como Director General del Proyecto SIP Problemas Centrales para la Formación en Psicología en las Américas, culminado con 3 libros en los cuales debo agradecer a los co editores, los colegas chilenos Pablo Marassi y Juan Pablo Toro, merecedores de todo reconocimiento.
En este proyecto, trabajamos con más de 50 investigadores, cubrimos a más de 20 países pertenecientes a 4 culturas anglo, franco, luso e hispanoparlantes de la región.
A medio siglo del comienzo de la formación en Psicología en nuestros países, ahora recién tenemos datos, información y alcances para 2000 programas de pre grado en alrededor de 700 universidades en Las Américas.
Hace más de 40 años, Ardila organizó en Bogotá la I Conferencia Latinoamericana para la Formación en Psicología.
La segunda versión de esta Conferencia, cuenta ya con la aprobación de la SIP y la directiva que preside el Doctor Hugo Klappenbach.
Con su respaldo que también debo agradecer, pronto tendremos la II Conferencia Latino Americana para la Formación en Psicología en una fecha y país que servirá de sede.
Comencé este discurso y lo termino, en un plano muy personal. Este premio, el más importante de toda mi trayectoria es también para mi familia nuclear.
Mi esposa y colega María Virginia Nassar, con la cual llevamos más de 50 años haciendo camino al andar y que está aquí, conmigo en Lima y en esta Ceremonia Inaugural.
Nuestros hijos Diego y Daniel, junto a nuestras nueras Javiera y Pamela respectivamente. Nuestros nietos Nicolás de 8 años, Amalia de 5 años, Andrés y Gabriel, mellizos de 4 años.
En esta etapa de mi vida, afronto una circunstancia tan dolorosa como, triste e inevitable que hace mi percepción del tiempo más vulnerable, más sentimental y más breve con las personas cercanas.
Por eso, este Premio Interamericano de Psicología permite dejarles mi orgulloso recuerdo como esposo, como padre, como suegro y como abuelo.
MUCHAS GRACIAS
Lima, 12 de julio, 2015